miércoles, 4 de agosto de 2010

Glorias del Pasillo Ecuatoriano

2.5.2 Glorias del Pasillo Ecuatoriano
Ángel Leonidas Araujo Chiriboga, quiteño nacido en 1900, que dejó a la cultura musical dos temas inolvidables: Nunca y Rebeldía, y que varios intérpretes los popularizaron en nuestra capital antes de las primeras grabaciones.
Su hermano Jorge, compuso para su eterno amor Carlota Jaramillo una reliquia de canción que se llama Sendas distintas y que nadie ha podido interpretar mejor que la cantante denominada la Alondra. Ese tema nunca pasó de moda y se mantiene intacto en el recuerdo de quienes gustan de este género musical. En 1925, en Radio El Prado de Riobamba, hubo audiciones especiales con motivo de la fundación de la ciudad y, en esa oportunidad fue estrenada la canción.
Carlota Jaramillo, la Reina de la Canción, graduada de profesora en 1926, fue actriz de teatro de variedades a partir de 1927 y se consagra como cantante después de grabar los pasillos Onda pena, de Guillermo Garzón, y Sendas distintas.
Carlos Brito Benavides, aclamado músico oriundo de la provincia de Pichincha, entregó su mejor producción musical en la década de los años 20. Su canción más conocida y que inclusive caló internacionalmente es Sombras. Pero también tiene otros temas no menos virtuosos como Ojos tentadores, Tus ojeras y Rosas.
José Ignacio Canelos, que nació en Cayambe y que estudió en el Conservatorio Nacional, obtuvo su maestría en piano y a su repertorio se deben los pasillos tan famosos y populares como Ojos Verdes y Ósculos.
El cuencano Rafael Carpió Abad, que aún vive, dejó a su pueblo una canción que identifica a su coterráneos denominados morlacos: Chola cuencana, y el pasillo Chorritos de luz.
2.5.3 Evolución y Auge del Género
El pasillo alcanza su esplendor a principios del siglo XX, con un numeroso grupo de compositores que convierten a esta melodía en la más representativa del patrimonio musical del Ecuador. Cuentan para ello con un ritmo que ya tenía preferencia entre la población y utilizan letras de los grandes poetas de la época, especialmente de los modernistas de la denominada generación decapitada Medardo Angel Silva, José María Egas, Arturo Borja, Ernesto Noboa, cuyos principales poemas han sido musicalizados y difundidos, al igual que mucho de los posmodernistas como Alfredo Gangotena, Jorge Carrera Andrade, Miguel Angel León, Gonzalo Escudero, entre otros.
Ecuador experimentó la popularidad del pasillo a principios del siglo XIX, y con el tiempo se convirtió en el símbolo musical de su nacionalismo. En este país existen sub géneros como: pasillo costeño, pasillo serrano, pasillo de baile, pasillo rockolero o Pasillo de reto.
No fue sino hasta 1877 que el pasillo tomó fuerza en Ecuador de la mano de dos agregados diplomáticos colombianos llevados por pedido del gobierno de Veintemilla. En el Ecuador solo permanece el pasillo de movimiento lento y tonalidad menor, existe una marcada diferencia entre el pasillo panameño y colombiano con el ecuatoriano. El pasillo colombiano tiene básicamente dos modalidades, el cadencioso y el fiestero, sus figuras son parecidas a las del Valzer pero más ligero y saltado, por su parte el pasillo ecuatoriano suele ser muy nostálgico y sentimental, además, a partir de la segunda década del siglo XX, se comenzaron a introducir al pasillo ecuatoriano poemas de escritores ecuatorianos.
El inicio de su popularidad se dio con las primeras grabaciones realizadas por el dúo ecuatoriano, compuesto por Enrique Ibáñez Mora y Nicasio Safadi, quienes inmortalizaron hermosas melodías que aun hoy se escuchan. El pasillo tuvo su máximo apogeo durante la vida del guayaquileño Julio Jaramillo, a quien se considera creador del pasillo rockolero y la actual música rockolera.

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